sábado, 23 de febrero de 2013

Amazona





Finos mástiles en el horizonte,
así eran tus labios, como una rosa desteñida,
como una boca desangrada.

Caías a mi vida con tus ojos de ausencia,
tu entiendes, besar tu boca helada,
sentir que mi boca
en tus labios se hacía nada.

Quería amarte con la fuerza del sol cuando se enciende,
pero tu huías,
te escapabas,
volabas como yegua alada.

Bien, tu cuerpo  era una espiga, una línea delgada.
Ahora te imaginare desnuda, como te soñé tantas veces,
gozando junto a mí,
entregándome tu roja flor callada.

Pero fue más tu libertad salvaje. No me olvides.
No olvides que mi canto es una noche estrellada.
Siempre habrá un beso mío en tu boca desteñida,
siempre habrá en mi alma un vacío gigante como una luna plateada.


martes, 19 de febrero de 2013

Pequeña reseña del libro de poemas “Ruidos Extraños” de Pablo Cazayous.











Poemas certeros, palabras al centro de la verdad, pequeños fragmentos diseminados sobre la hoja, acaso esos fragmentos buscan la luz poética de la trascendencia.
Al principio todo era oscuridad dice la biblia, luego la claridad, pequeños focos alumbran la oscuridad del ser, farolitos que nos muestran caminos ocultos, salidas por donde se fugan las palabras, de la fuga, del huir viene la poesía.
Ruidos Extraños de Pablo Cazayous es un poemario que busca la huida, el destierro, el lugar donde llegar a realizarse. Los poemas vienen con un caudal pequeño y mágico que trasladan a imágenes enormes como si nos encontráramos frente a los murales de Diego Rivera.
La lectura de los poemas de Cazayous se encadenan uno a uno, sus palabras respiran, laten y parecen hacer nacer la mañana, la frescura llena de extrañeza acaricia la palabra y la transforma en un ruido, en un lenguaje lleno de asombro.
Esta travesía de leer a Cazayous nos lleva por la filosofía, la reflexión, los caligramas, el amor y nos enfrenta a nuestra realidad social. Cada sección nos hunde en un abismo de palabras, donde el poema es la luz, el Alfa y Omega del cielo del poeta.
La poesía de Pablo es de esas que se funden con la tarde, se mezcla con la noche y bajo las sabanas del amanecer renace, sus palabras buscan el sol, la luna y las estrellas, aunque ellos se encuentren en la nostalgia de su pasado.
Los escalones del exiliado nos llevan al infierno de su poesía, donde a cada segundo late el vivo sonido de la palabra, esa palabra que da vida, palabra que llena el alma del poeta.
Cuando la poesía se lleva en el alma, ella sabe esperar los silencios del desterrado, espera hasta que él (me refiero a Pablo Cazayous) vuelva a sus brazos e inicie la comunión entre hombre y poesía, entre latido y misterio.
Ruidos extraños es un libro lleno de hermosos poemas, es un libro labrado (y esto es lo extraño) en un acto de amor con el silencio.


viernes, 8 de febrero de 2013

Para el perro de mi vida (Apolo)








No entiendo, no comprendo
esta muerte.
¿por qué te fuiste?
aulláme, ladráme
pero por favor décime algo.
Perro loco
tan chiquitito te tuvo
que llevar esta parca
de porquería.
Eras ten pequeño,
tan tierno,
eras como mi hijo.
¿A donde se fue tu alma?
Me ahoga el llanto
mientras escribo
me haces llorar Apolo.
Entendé no entiendo
el silencio de tu ausencia,
donde carajos se fue tu ladrido
de rey.
Chueco volvé
quédate aquí, por favor quédate aquí
no hagas que se llene la garganta
de pena, de muerte, de impotencia,
miráme perro salchicha
no ves que me estoy muriendo.
Perro loco allá arriba
mordéle los talones a ese miserable dios
que te alejo de los brazos de tu cele,
si de tu cele porque ella siempre
será tuya,
preguntalé ¿por qué?
y decíle que nos mato
la ilusión de ser felices con vos.



Para nuestro Apolo de tu Mami Cele y tu papi Fede al que siempre mordias.

lunes, 4 de febrero de 2013

Ropa gastada

Se me gasta el tiempo
su ropa sin color
se achica
despues de la lavada
de los dias.
Vendavales azules
pasan
como botones
prendidos a las estrellas,
la noche posa desnuda
ante mis ojos,
la retrato con la palabra
y quiero cubrir su desnudes
con las ropas de mi tiempo
pero solo me quedan 
harapos agujereados
por donde ella se escapa,
mi ropa desaparecera
y yo con ella tambien,
pero la noche seguira
desnuda por toda la eternidad
sin prendas 
que la vistan,
sin cadenas que la amarren
a la tortura del tiempo.
 

Al Flaco Spinetta

  Te miro desde mi tiempo oigo tu voz fina y ardiente, una musa  se baña en tus rulos, y la otra coquetea con las cuerdas de tu guitarra rud...