martes, 24 de septiembre de 2019

Aguatero


Y yo para cuando
siempre sentado
alentando,
también quiero jugar
aunque sea un ratito,
viene el amigo de juancito
y adentro,
viene el nene hijo
del amigo del entrenador
y adentro,
todos juegan, tocan, hacen goles,
se abrazan en la victoria
y lloran en las derrotas,
y yo miro quiero reírme y llorar
como todos ellos,
pero pasan todos y sigo aquí
sentado esperando
que el técnico pose su mirada
en esta carita de lauchita
que quiere jugar
como Messi o como Hrabina
todo según lo pida
la ocasión en el partido.

Pero sigo sentadito
esperando
lucir la numero cien,
espero el día
se que va a llegar
como ese poema
que apareció
una tarde en la canchita de arena
llego sólito
a invadirme de esperanza.

Al Flaco Spinetta

  Te miro desde mi tiempo oigo tu voz fina y ardiente, una musa  se baña en tus rulos, y la otra coquetea con las cuerdas de tu guitarra rud...