Somos las
exageraciones
de un dios
triste.
Una tapa
oxidada
es tiempo y
muerte
abrazados a
una fecha incierta.
Las risas
vienen de la niñez
las oigo
detrás del paredón
donde orina
el ratón que
carcome los recuerdos.
Exageraciones
angustiadas
pedazos de
un ser
que nos hizo
sin ganas,
nos hizo
juguetes
para las
manos que mecen
la cuna del
sueño eterno.
Del dios pan
somos sus
migas disueltas en el viento.
Espinosa Federico.