Las hojas verdes suben y bajan
el árbol humano
come o muere de hambre
el otoño económico
le da una tristeza
de funeral vacío al país.
Un dios creado en otro cielo
define
sin en la mesa habrá un plato de vídeos
con tuco y carne picada
o agüita mezclada con polenta
revestida con un caldo de gallina.
Caen y suben los suspiros verdes
los millonarios
han hecho casitas en otros bancos
para su santo patrono
el único canónico
que aprueba el pecado.
Las hojitas con caras inglesas
arrasan países
degeneran corazones
y culturas lejanas
hay una tumba
para cada mano
que no le de caricias
a la piel verde
de ese falso papel.
La balanza se inclina para el lado del hambre
si sube
es seguro que habrá más niños con cara de
penuria
habrá ollas gigantes en los comedores
de los barrios.
Cuando las hojas verdes asciendan al
cielo
los niños panzones de grandes ojeras
se comerán la esperanza que les tira
dios.
Espinosa Federico