La estrella fugaz
pasa apurada,
pido un deseo:
que no muera
el perrito flaco
que anda
buscando comida
escondido en la noche.
Ojala
todo esto sea cierto,
y que este frío
tan doloroso
no te queme
mas los huesos,
que el hambre
que sentís
deje de apuñalarte
la panza.
Pedí el deseo
para el perrito flaco,
ese que me acompaña
en las caminatas
moviendo la cola,
el que cuando le doy
un poco de comida
corre lleno de felicidad.
Pienso:
deseo cumplite
por favor.
Luna, cielo, nubes
y quizás algún dios,
bajo ellos
seguimos caminando la noche,
miro al perrito
y qué vergüenza me da el hombre.
Federico Espinosa.
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