Montones de vos,
dando vuelta
como una bandada
de jilgueros,
piando felizmente
en el nido
de este corazón.
Pedazos de mi,
se hacen humo
girando
entorno al carrusel
de tu mirada.
Detrás nuestro
la voz de la ciudad
grita, clama, aulla
su dolor
de sangre vertiginosa
y autos veloces;
sin embargo
nosotros estamos
aquí parados,
envueltos en un silencio
nacido del beso,
silenciando a la ciudad
y su locura desmedida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Al Flaco Spinetta
Te miro desde mi tiempo oigo tu voz fina y ardiente, una musa se baña en tus rulos, y la otra coquetea con las cuerdas de tu guitarra rud...
-
Desasosiego a las orillas de la cama vacía, sabanas silenciosas envuelven el temor de la soledad, sombras de su cuerpo amuradas a la luz del...
-
Cuenta esta historia vil que en la ciudad de Junin camina un hombre gentil, arrogante y bagallero deja en el aire su olor a perejil. Viore ...
-
Seguramente hoy, allá lejos nadie piense en mí tal vez por eso vive adentro una congoja sin nombre, el dolor se desprende como una fru...
No hay comentarios:
Publicar un comentario