Un grito, un aullido
que paralizala sangre,
carcaja de un corazón
seco
escondido de la vida.
Manos, dedos en la basura
crucifijo
doloroso en los pechos
desahuciados,
morada triste
de hombre
donde
dignidad
es una palabra robada.
Ojos ausentes, mirada quietita
del hijo que acompaña al padre
a basurear, lágrima oculta
del padre que ve a su hijo
comer frutas podridas
y es esto lo único que hoy
él le puede dar.
Verso de piel triste, gris doloroso
hecho de puta realidad,
verso si de algo sirves
cuenta toda esta verdad.
Yo también lo ví, todos lo vimos. Todos lo vemos. Una gran gran mierda que TODOS LO VEAMOS y las cosas sigan así...
ResponderEliminarExcelente este poema, Fede, muy comprometido.
Por cierto, ¿por qué no estás yendo a las reuniones del CEC? Yo ya hace unos cuantos meses que participo y se te ha nombrado en varias oportunidades...
Cariños!
Si es cierto todos lo vemos, te comento que no he podido participar en las reuniones del CEC porque estoy recien acomodandome a la ciudad una vez que me aclimate aparecere por allì, será todo un gusto saludar a una gran poeta y cuentista como tu.
ResponderEliminarSaludos