Los ocasos caen uno a uno
por el hueco hecho con el clavo
del dolor
en las chapas oxidadas de mi alma.
Lluvia de días donde las gotas
de la vida se estancan
como vidrios opacos en las ventanas
del ayer;
y el atroz paso del tiempo
se convierte en obra de arte
en el manicomio blanco de mi locura.
lunes, 24 de mayo de 2010
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Al Flaco Spinetta
Te miro desde mi tiempo oigo tu voz fina y ardiente, una musa se baña en tus rulos, y la otra coquetea con las cuerdas de tu guitarra rud...
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Desasosiego a las orillas de la cama vacía, sabanas silenciosas envuelven el temor de la soledad, sombras de su cuerpo amuradas a la luz del...
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Te miro desde mi tiempo oigo tu voz fina y ardiente, una musa se baña en tus rulos, y la otra coquetea con las cuerdas de tu guitarra rud...
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Seguramente hoy, allá lejos nadie piense en mí tal vez por eso vive adentro una congoja sin nombre, el dolor se desprende como una fru...
Alucinante poema, pero esos últimos versos desbordan de lo mejor de la esencia de la poesía.
ResponderEliminarCariños!
Sol gracias por tus comentarios.
ResponderEliminarSaludos.