Corrió
sin lugar a dudas
corrió.
Siguió una liebre
y no la alcanzo.
El galgo corría
detrás venía la muerte.
Sobre la ruta
dejo sus patas
y su cabeza.
En el capot del auto
viaja su sangre.
Espinosa Federico
Te miro desde mi tiempo oigo tu voz fina y ardiente, una musa se baña en tus rulos, y la otra coquetea con las cuerdas de tu guitarra rud...
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