Hay un extremo en la noche
lleno de silencio,
un extremo cadavérico
parecido a la memoria.
Los que no están hablan.
En el horizonte nocturno
los fantasmas dejan de horrorizarnos,
bailan con nosotros en la delgada
linea del sueño y la vigía.
Los que no están cantan
.
Arriba fluye el río de las estrellas
el mapa mas preciso del destino,
dentro de este mutismo que soy
llevo las espinas de la vida.
Los que no están esperan.
Nosotros vamos amparados por la noche
y cada uno llegara con su certera muerte.
Federico Espinosa.
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