La herida estaba abierta, arrojaba pequeños saltos de
sangre, que caía sobre el suelo y formaba
un charco rojo en la tierra y despedía burbujas blancas, la mano era una venda
inservible cediendo al cauce sanguíneo que se escapaba por la fisura de los
dedos.
Nada podía hacer, estaba a merced de la negra parca,
sabía que el ejecutor cumpliría a la perfección su acto, ya sea por inercia o
puro instinto asesino, nada había por hacer, solo cerrar los ojos y entregarme
a los designios del destino, pero no es tan fácil renunciar a esta vida,
desprenderse de todo aquello que a uno lo rodea, es como que sentir el fin
cercano le al hombre nuevos valores, acaso multiplica la idiotez de la
valentía.
En un descuido el combate comenzó nuevamente, golpes de
puño, patadas, cabezazos y un susurro que bajo la lluvia no se escucho, y otra
vez de rodillas en el suelo, con una nueva herida que abría otro boquete por
donde la sangre escapaba, esta vez no había atajos para la muerte.
La mirada estaba perdida entre la nada y la lluvia,
buscaba quizás la vaga y esporádica esperanza que todo hombre espera, esa
añoranza de salvación, ese simple espejismo que trae consigo la inmediata
destrucción.
Y mientras el agua adelanta el funeral con sus lágrimas,
la fuerza parece irse de los miembros
que poco a poco van perdiendo su calor, solo la voz resiste y pide
clemencia es en vano, Julio Cesar diría “La suerte está echada”.
Ya los sentidos comienzan a ceder pero para apurar el fin
la patada llega a la cabeza, y boca abajo los labios se humedecen con el agua y
el barro, la impotencia llega en forma de llanto y arrastra el ultimo hálito de
vida como un mísero gusano, la terrible sensación de que algo se pierde para
siempre y ver frente a los ojos el caño del revólver y recordar todo lo que
hiciste en la vida, antes que la bala entre a tu cabeza y reviente tus sesos
para asesinarte.
Pobre hombre tuve que matarlo, no sé quien era pero creo
que sabía demasiado, fui su verdugo como tantas veces lo he sido de otros
hombres.
En el informe de mis asesinatos debo decir que todas las
victimas cumplen el mismo patrón antes de su muerte.
Segundo Adelanto de mi futuro tercer libro. "Las Puertas"
ADELANTE AMIGO!!!! en tanto yo retrocedo!!!
ResponderEliminares la ley de la vida---
un abrazo
lidia-la escriba
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