lunes, 28 de diciembre de 2009

Romancero del Cid Bagallero

Cuenta esta historia vil
que en la ciudad de Junin
camina un hombre gentil,
arrogante y bagallero
deja en el aire su olor a perejil.
Viore una mujer de frente
sus ojos se prendieron embobados
y dentro suyo dijo-Tu seràs mi pendiente-
pero al darse vuelta la mujer,
que sorpresa
la pobre no tenia dientes.
Luego vio a lo lejos
un cuerpo fino muy delgado
que a su corazón dejo perplejo
dijo el-Un beso robarte quiero-
-Podrás con mis dientes de conejo-
respondio la joven algo enojada.,
-Mientras mirarme puedas no me importa-
-Te burlas de mis lentes que parecen catalejos-.
De noche sonaba el ska
la dama lo miraba sonriente
pero escapaba la muy arisca,
-¿Por que me miras y te escapas- dijo el
-Tu te ríes de mi acaso no ves que soy visca-.
Ya cansado de su mala suerte compleja
loco de remate al cura busco,
el cura blasfemò bajas quejas
y sin decir palabras pensó
-Joven loco mereces las rejas-
-Perdone usted curita pero hoy me caso yo-
-Acaso por fin has encontrado quien te teja-
-No nadie teje para mi, esta noche me caso con Olga mi oveja-
El pobre cura ya ancianito de un infarto se murió.



( Un poco de humor jugando con las letras)

7 comentarios:

  1. Ja ja ja, muy bueno, que admirable la poesía con humor, te felicito!
    Cariños!!!

    ResponderEliminar
  2. querido amigo y compañero de letras, te deseo una año cargado de felicidad, espero continuar por tu casa y compartir esos poemas y esa amistad.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Gracias Santiago te deseo un año nuevo con mas logros para ti y tus letras.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Una mezcla de castellano antiguo con ¿qué?... indefinido pero muy bueno!!!
    En Mi Galería de Premios (http://silviabeatrizpremios.blogspot.com) esta el PREMIO AMANTE LITERARIO que estoy compartiendo y que debes traer a tu casa.
    ¡FELIZ 2010!

    ResponderEliminar
  5. Gracias Silvia feliz año para ti, y estare buscando el premio.
    Saludos

    ResponderEliminar

Al Flaco Spinetta

  Te miro desde mi tiempo oigo tu voz fina y ardiente, una musa  se baña en tus rulos, y la otra coquetea con las cuerdas de tu guitarra rud...