POEMA 1 DIARIO DE UN OCASO

Solo.
La flor se marchita en su funeral
la podredumbre sera su tumba.
El ocaso de un otoño débil cae,
que mano lo recibirá,
todo al caer parece una hoja seca.

Donde estará mi sombra,
bajo que sabanas del ayer
se habrá quedado dormida;
el viento helado corre
y en el parque el silencio
ahoga cualquier intento de canto,
solo el corazón marca el paso
con sus austeros latidos
que parecen pasos hacia la muerte.

En un finísimo murmullo se presiente la noche,
ojos tristes retienen los recuerdos del tiempo pasado,
solo, caminando, pasando a través de la gente
como un mero fantasma voy sin saber lo que me espera