martes, 26 de enero de 2010

Paciencia de Cazador

Sentado en la ultima mesa del bar, donde la luz es tenue y uno toma el papel de un dios omnisciente, observo cada movimiento del cazador furtivo, que se mueve en busca de su presa nocturna.
En la primera fila, frente al ventanal y tras el espeso humo del cigarrillo, ella la cuarentona exhibe su atrayente escote y sus labios pintados de un rojo profundo, también penden de sus orejas enormes aros que parecen acariciarle el cuello; él (me refiero al cazador) estudia de forma disimulada cada movimiento de esa dama solitaria, pero de pronto irrumpe un visitante inesperado que en un acto fugaz, desaparece con su eterna amante noctambula.
En el mostrador una joven morena de senos firmes y bellas caderas, muestra orgullosa su hermosura, el cazador la observa, a puesto su mira en ella, insinúa una sonrisa, se acerca, pero su presa es presa de otros gustos y se va tomada de la mano de una rubia, que solo deja el sonido de sus tacos en el piso del local.
Han pasado varias horas, solo queda una mujer, es baja, no es bella, él se acerca y dispara todas sus municiones de caza; sale con su presa ( seguramente a saciar todo el sexo en un cuarto de hotel).
Sorbo el ultimo trago de café y desde la mesa de al lado, la moza me dice:
-Ella hace eso todas las noches, espera y espera y siempre consigue a su presa,
tiene la paciencia de un buen cazador-.

4 comentarios:

  1. Me gustó mucho, está muy bien armado, desconcierta un poco el final, está bueno ese viceversa entre los cazadores.
    Cariños!

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  2. Jaja es cierto el final es un cambio de mirada , a veces uno cree ser el cazador pero en realidad termina siendo una victima mas.
    Saludos

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  3. Precioso y secuencialmente excelente. Inesperado final. Bravooo. Felicitaciones! Un abrazo.

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  4. Gracias Alma me alegro que te haya gustado es relato-cuento de cazadores-cazados.
    Saludos

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