Veo la hilacha tiro de ella
voy desarmando la forma
del pullover marrón,
en minutos hebras sin sentido
ya no dibujan mis contornos.
voy desarmando la forma
del pullover marrón,
en minutos hebras sin sentido
ya no dibujan mis contornos.
Luego enrollo el hilo
voy formando una madeja
una pequeña bola de lana
una galaxia mínima
sostenida por mis manos.
voy formando una madeja
una pequeña bola de lana
una galaxia mínima
sostenida por mis manos.
Tiro el ovillo lo hago rodar
intento saber su porte
sostengo una punta
metros de fino hilo
hacen sobre el suelo distancia.
intento saber su porte
sostengo una punta
metros de fino hilo
hacen sobre el suelo distancia.
Mi pullover marrón ya no esta
quedo su esencia pero no su forma,
la hilacha era una herida
y mi mano se transformó en su muerte.
quedo su esencia pero no su forma,
la hilacha era una herida
y mi mano se transformó en su muerte.
Al final todas las formas se deshilachan
algo de ellas nos queda en la memoria
la muerte tira de ese hilo descocido
la vida se empieza a escapar
se enrolla como una bola silenciosa.
algo de ellas nos queda en la memoria
la muerte tira de ese hilo descocido
la vida se empieza a escapar
se enrolla como una bola silenciosa.
Federico Espinosa.
Así somos: la vida nos desilacha, nos ovilla, nos extiende sobre el suelo, juega con nosotros.
ResponderEliminarMuy buen texto.
Saludos.
Nuevamente gracias por tu lectura Alfredo.
EliminarSaludos y mu lindo El Gólem tiene escritos hermosos.