domingo, 17 de abril de 2016

Legado


Pisábamos las flores
las cortábamos
las matábamos
y el crimen no nos dolía
su muerte era pequeña
y diminuta la ausencia.

Íbamos por el camino
dejando rosas muertas
nos sentíamos reyes
en ese genocidio
de pétalos rojos en la tierra.

Victimas sin idiomas
caían Claveles, Margaritas,
Pensamientos, y pobres Calas
destinadas a la muerte.

Éramos dioses asesinos
ingenuos niños
entendiendo el mundo.

Federico Espinosa.

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