Hubo un río en su cuerpo
peces saltaban en el
barcas de dura madera
querían surcar el cauce
desde el cuello
hasta sus pies,
hubo un río en ella
lleno de remolinos
silenciosos,
su río guardaba
náufragos , ahogados
cadáveres de hombres
leves Odiseos
sin dioses de su lado.
peces saltaban en el
barcas de dura madera
querían surcar el cauce
desde el cuello
hasta sus pies,
hubo un río en ella
lleno de remolinos
silenciosos,
su río guardaba
náufragos , ahogados
cadáveres de hombres
leves Odiseos
sin dioses de su lado.
Hubo un río negro y profundo
y pocos tenían esa moneda
para navegar su cuerpo.
y pocos tenían esa moneda
para navegar su cuerpo.
Federico Espinosa.
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