El pájaro negro
rompió la mañana
con su cuerpo nocturno,
su aleteo en la ventana
parecía un abanico
pariendo una pequeña noche.
Luego las alas se alejaban
cada movimiento abría
un edén oscuro en el cielo.
El pájaro se extinguió
en el lejano horizonte
llevaba su noche
a través del medio día
que empezaba a nacer.
Federico Espinosa.
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