El silencio del aula se rompe por un
abrir de carpeta
en la mesa,
entonces todos sabemos
que ha llegado Teresa,
¡oh! terrible niña con pechos de mujer
adulta.
Bosteza…
Y la lapicera recorre sus labios, besos
de plástico
y tinta,
donde estará el calor de la boca ausente
que no te besa.
¿Quién habrá perdido las manos del
dibujante de tus caricias?
Recoges tu pelo radiante, tu pelo color
mayonesa,
y mi mano por un momento quisiera ser
una mísera cinta y caerme a tu cuello
blanco.
¡Qué sueño! ¡Qué tristeza!
-Lección- dice el profesor, hoy es el
turno de ella.
Ahí está con su colegiala falda corta y
su boca que reza,
que muslos más hermosos. Tentaciones de
manos en el aire.
Es hora de irnos, todos nos vamos. Ella
bosteza, su novio la espera,
palmea su cola. ¿Será feliz Teresa?
Yo vuelvo al silencio del aula y su
pasado y palmeo en secreto, palmeo su mesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario