Caía la tarde, los hombres
daban pasos sin huellas
como si nada hubiera de ellos sobre el mundo.
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Al Flaco Spinetta
Te miro desde mi tiempo oigo tu voz fina y ardiente, una musa se baña en tus rulos, y la otra coquetea con las cuerdas de tu guitarra rud...
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Desasosiego a las orillas de la cama vacía, sabanas silenciosas envuelven el temor de la soledad, sombras de su cuerpo amuradas a la luz del...
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Te miro desde mi tiempo oigo tu voz fina y ardiente, una musa se baña en tus rulos, y la otra coquetea con las cuerdas de tu guitarra rud...
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He aquí la caída de mi ser dentro de mi propia sombra, me arrastro por la espiral luminosa de la luna, se desangra toda mi esencia, pedazo...
corto pero intenso.
ResponderEliminarUn saludo amigo y un placer leerte
Gracias Santiago.
ResponderEliminarSaludos