martes, 7 de agosto de 2018

Abortar


quiero abortar
al idiota
que dice
-no al aborto-
pero mira de reojo
a la niña que se hamaca
en la plaza del barrio


abortemos a la señora
que viene con la cruz
a defender la vida


abortemos al cura y a la monja
que hablan con dios en la boca
y el diablo debajo de sus sotanas


hay tanto que abortar en este mundo
abortemos
al político amigo del médico
que tiene clínicas clandestinas
donde van a morir las pobres
y donde las modelos
dejan sus fetos tirados
para después hablar con un periodista
de la mala palabra que es abortar


abortar, abortar, abortar
sangrar la vida
hasta que la vida misma sea salvada.



Espinosa Federico

miércoles, 4 de julio de 2018

Dólar


Las hojas verdes suben y bajan
el árbol humano
come o muere de hambre
el otoño económico
le da una tristeza
de funeral vacío al país.

Un dios creado en otro cielo
define
sin en la mesa habrá un plato de vídeos
con tuco y carne picada
o agüita mezclada con polenta
revestida con un caldo de gallina.

Caen y suben los suspiros verdes
los millonarios
han hecho casitas en otros bancos
para su santo patrono
el único canónico
que aprueba el pecado.

Las hojitas con caras inglesas
arrasan países
degeneran corazones
y culturas lejanas
hay una tumba
para cada mano
que no le de caricias
a la piel verde
de ese falso papel.

La balanza se inclina para el lado del hambre
si sube
es seguro que habrá más niños con cara de penuria
habrá ollas gigantes en los comedores de los barrios.

Cuando las hojas verdes asciendan al cielo
los niños panzones de grandes ojeras
se comerán la esperanza que les tira dios.

Espinosa Federico




martes, 26 de junio de 2018

Una curva hacia lo incierto


Seguramente hoy, allá lejos nadie piense en mí
tal vez por eso vive adentro una congoja sin nombre,
el dolor se desprende como una fruta madura
y va dejando mi cuerpo desnudo, sin hojas
mostrando mis ramas secas.


Qué importa que ceda este muro interno
para cambiar hay que tirar lo que se arraiga
como una verdad, uno es frío hasta que algún fuego
le aviva el alma, hasta que algún sol le mata el invierno.


Tenemos que cambiar la piel mudar el cuerpo en el tiempo
para fluir livianos como el aire, para cargar un poco más
el dolor unísono de la distancia, la piedra triste de la ausencia.


Quizás detrás de estas palabras venga la redención de no necesitar
el convento silencioso de tu cuerpo vacio.


Pero el futuro es siempre una curva hacia lo incierto, nada es seguro
a veces la cura esconde contraindicaciones peligrosas.


Espinosa Federico.


miércoles, 30 de mayo de 2018

Angustia

Se me acaba el día
y siento la implacable
derrota
de sentir que no he podido
darle a mis horas
una certeza
alguna migaja
de algo siquiera
parecido a lo efectivo.
Siento en el pecho
una profunda angustia
existir
sabiendo que mañana
debo seguir vivo
existir
y sentir que la vida
es un crucifijo
pegado a la piel
querer arrancarlo
sin hacerme cargo del dolor.
Esto que soy
es un barco chocando
un frio iceberg
eso frio
es la existencia,
y siento miedo
presiento
que no puedo
seguir llevando
esta carga,
la carga que transporta
cada minuto del día
cada segundo
que acompaña
mis amargos pasos
por el mundo.
El fin no llega
hay una cobardía
que no quiere
llamar a la muerte,
el pecho
es un cuadro tembloroso
habitado
por una angustia
tan enorme
como el corazón de un titán.
No quiero caminar
pero igual
los pasos del tiempo
no me dejan descansar,
llegar a mañana
es el terror
que cayó en la suerte
de mi moneda,
tengo miedo
siento que me estoy
quedando vacio.
Un minuto de silencio
es el pasaporte
hacia el terror
de padecer la existencia.

miércoles, 16 de mayo de 2018

La plaza es el coliseo gitano

Amanece quebrada la mañana
por la lengua zíngara,
gritos, cuchillos en el aire,
mujeres en el piso,
autos y camionetas
rodeando la plaza.

Patada y golpes
caen como granizos
en una feroz tormenta,
el ruido a hueso roto
resuena en las caras,
las camisas rojas
por la sangre
de algún deshonor,
alguna niña robada
por algún gitano pobre
sin monedas de oros
ni autos viejos a la venta.

Pitbull contra Pitbull
se baten a muerte
los perros son fieles
hasta en la magna locura
de la arenga gitana.

Los cuchillos tajonean el aire
la muerte resuella
en las gargantas zíngaras,
las viejas matronas
pelo a pelo, teta a teta
se van despellejando el cuerpo.

Las sirenas policiales
se sienten y los gitanos
como lagartijas asustadas
desaparecen de la plaza,
camionetas y autos
forman parte del pasado.

Uno piensa en Romeo y Julieta
Capuletos y Montescos,
y también en gladiadores
batiéndose en el coliseo romano.

Los gitanos dejaron
tirados en la plaza
pedazos de pelo, pieles de teta,
gotas de sangre,
y un noble Pitbull agonizando.

miércoles, 2 de mayo de 2018

Calles

Una calle sin nombre
hundiéndose en la noche,
carteles mal armados 
ofreciendo cerveza,
los hombres en fila india
dejan las últimas monedas
de la changa del día.

Calles de tierra
donde nacen personas
prójimos destinados a la sombra,
floreciendo en barrios duros
como costras de una herida en la humanidad.

Calles habitadas por animales
dolores donde no penetra el poema,
conciencias mudas
donde perece toda razón humana.

Calles que hacen un laberinto
donde los héroes ciegos y sin hilos
de Ariadnas son demolidos
por la realidad de las circunstancias.

Calles, caminos, senderos
por donde la huella de Dios
huye sin dejar milagros.

Federico Espinosa.

domingo, 25 de febrero de 2018

Kushe papai (Abuelita)

La luz se cierra en torno al pino
amanece
ella abraza a cada árbol
le habla el mapudungun
quiebra mi pobre idioma
los deshace como el sol
a los últimos suspiros de la sombra.


La abuela era mi vecina
hoy apareció su voz en mis sueños
era joven cuando ella me saludaba
me hablaba y yo sonreía
con la fuerza de esas palabras.


Mari mari hizo un hueco en mi memoria
yo sonreía y decía –hola-
ahora entiendo su cara de extrañamiento
mi respuesta era una piedra
quebrando la belleza de su lengua madre.


Amanecía a mi ventana acudía
el rocío envuelto en la melodía de esas palabras
que hacían florecer el jardín de mis palabra añejas
esas que uno trae del jardín de sus pasados.


Kümelen me dijo la última vez que la vi
llorando ante un árbol seco.


Hoy llevo pequeños brotes de ese idioma
que me asaltan en los sueños
la palabra define a un pueblo
este decir mapuche me ha dejado oír su milagro
aceptó al huinca con palabras de hueso
le dio una caricia a esta poesía seca.


Cada pueblo late y vive acunado a su idioma.

Espinosa Federico

martes, 20 de febrero de 2018

EL GALGO

Corrió
sin lugar a dudas
corrió.

Siguió una liebre
y no la alcanzo.

El galgo corría
detrás venía la muerte.

Sobre la ruta
dejo sus patas
y su cabeza.

En el capot del auto
viaja su sangre.


Espinosa Federico


domingo, 11 de febrero de 2018

Ansiando


Escribo el poema ansiando la muerte
enroscado con la sombra
el hombre va naciendo nada.


El silencio va por otro lado cuando las palabras
quieren explotar los dolores de la conciencia.


Siempre hay una basura inoportuna que desorbita el ojo.


Guardo una sola lágrima y en ella condenso todo mi dolor
si alguna vez cae al mundo que alguien entienda su piedad.


Fui esa rama verde irrespetuosa
hoy apenas un palito seco a punto de quebrarse
una certeza, apenas una en la vida ¡que corto es el tiempo!


Y ya no hay disimulo lo gastado naufraga en el abismo.


Es un día viejo todos los días son tan viejos
he guardado poemas han sido mis pasajes sin destino.

Espinosa Federico


lunes, 5 de febrero de 2018

Los murmullos del parque

En el parque

Un cuerpo frente a otro
el punto de encuentro
es la mirada
donde empiezan
a desnudarse las pieles.

En los ojos del pájaro
hay un asombro de cuerpo sin alas.

El hombre en cambio sólo ve un ave
enjaulada por la monotonía
de sus ojos sin asombro.




Dos luces creando oscuridad


En la mano la rama dibuja un sol
el sol dibuja una sombra parecida a una rama
la mano siente la sequedad del leño
y anida en ella de forma silenciosa el calor solar.

Si este sol enorme cayera sobre el parque
desarmaría con su fuego todas las figuras,
de todo haría la más insignificante nada.

El abuelo crea formas con la varilla
es ese dios oculto deformado por el tiempo.

Los rayos como dedos fundidos
vierten luz sobre los cuerpos
que se estiran a lo largo
como una utopía oscura.

El sol y el viejo pelean por el parque
hacen y deshacen figuras
destejen las ausencias de una luz oscura



Los Recuerdos

Se desvanece el perro a la distancia
quizás irse es eso
o tal vez desvanecerse
es el único sentido que nos espera.

Las presencias son absorbidas
por la luz y el tiempo
los arboles tiesos del parque
son apenas un bostezo deforme.

A veces la memoria se hace
con voces y cantos guardados en el caracol de los años.

De que servirán los cuerpos si a cada paso se desarman
y en vez de ropa y músculos nos va cubriendo el olvido.

En el parque no solo se desteje el mundo
también nosotros
y el minúsculo universo de los recuerdos.


Espinosa Federico


domingo, 28 de enero de 2018

LAS EXAGERACIONES

Somos las exageraciones
de un dios triste.

Una tapa oxidada
es tiempo y muerte
abrazados a una fecha incierta.

Las risas vienen de la niñez
las oigo detrás del paredón
donde orina
el ratón que carcome los recuerdos.

Exageraciones angustiadas
pedazos de un ser
que nos hizo sin ganas,
nos hizo juguetes
para las manos que mecen
la cuna del sueño eterno.

Del dios pan
somos sus migas disueltas en el viento.

Espinosa Federico.


martes, 16 de enero de 2018

Palomas de Cutral Có

Piedras grises con alas
un vuelo pesado
que arde con el sol,
cada aleteo
una crucifixión llena de arena

arrullos mudos caen
al sonido de los camiones,
hay una ciudad
indiferente a sus vuelos
ellas las palomas de Cutral Có
con sus plumas sucias
descienden a las calles de tierra
las agobia el calor
y el destierro del cielo

adelante una ruta llena de santos
atrás Cutral Có y sus palomas
como un milagro derretido

agua de fuego es la plegaria de la ciudad.



 Espinosa Federico

viernes, 5 de enero de 2018

EL ACRÓBATA

Extiendo mi pensamiento
como una rama al viento
si pudiera mecerme
con esa sutilidad
frente al vacío
si copiara el vuelo
de las palomas
llenaría de palabras el cielo

no quiero ninguna de las formas de dios
pues de la nada,
nada saldrá

extiendo lo que soy
hago piruetas en un hilo sobre el abismo.


Espinosa Federico.

miércoles, 3 de enero de 2018

Té de tilo

Té de tilo para que repose la ira y se enfrié la sangre
pedí palabras me diste el vacío de la hoja,
haraganeo, cachureo el conteiner del lenguaje
todo imperio esconde su basura en el olvido.
Quiero entender que audacia encontrás en el silencio
que religión austera es el cerrojo de tus labios,
el mutismo encierra el valor de la palabra.


La hoja en blanco guarda presagios, predicciones
llenas de incertidumbres, la hoja en blanco es la certeza
de que habrá futuro lo bueno y lo malo está más allá de la palabra.


Quiero la frase de cada jugada de cada movimiento,
después de todo es la manera en que se forja el destino.


Me inquieta esa forma de voz encapullada,
esa voz como de lámpara deshabitada.


Amaina la tormenta sorbo el té cae la lluvia
lejos sobre tu tumba.


Espinosa Federico



Al Flaco Spinetta

  Te miro desde mi tiempo oigo tu voz fina y ardiente, una musa  se baña en tus rulos, y la otra coquetea con las cuerdas de tu guitarra rud...